A mi hija
Soñaba con tener una hija,
a quien leer cuentos,
a quien contar historias,
con quien bailar,
pasear por la orilla del mar,
dibujar con ella,
con quien cantar,
con quien reír,
con quien llorar.
Era uno de esos sueños que, al despertar, no recuerdas nada. Aun así, estoy segura de que era ella…
Y sin saberlo, mi sueño se hizo realidad,
y desde entonces lo estoy viviendo,
disfrutando.
Es tan real,
tan auténtico.
Nunca imaginé lo que me enseñaría,
nunca aprendí tanto en mi vida,
nunca tuve tantos momentos felices,
nunca sentí un amor tan intenso,
nunca sentí tanto miedo.
Ser madre es lo más intenso, lo más difícil, lo más bonito. Es lo mejor que me ha pasado.
Alma, eres mi mejor regalo, el mejor regalo que la vida me ha dado.
Gracias por elegirme, por enseñarme «lo bonita que es la vida, contigo»